domingo, 21 de junio de 2009

aquello de antes, que no se pierda,

ser siempre un niño es un poco delicado, por decir también contradictorio porque parece que se te plantea cuestiones que no debería ser o mejor dicho que te planteas cosas que ya no deberías,

pero es que muchas veces caigo en lo de siempre, o sea que me pregunto por ejemplo : 'como soy y quien soy', porque aquella parte de niño que tengo en mente parece que todavía perdura, esta por ahí dando vueltas y preguntando muchas veces muchas cosas, obviamente siempre preguntando como es posible o como he sido posible de llegar hasta donde estoy ahora mismo, con su miedo y con su inocencia, como por ejemplo que si esta bien o que si esta mal, que si es oportuno o inoportuno, que si puedo hacer mas o debo controlarme y dejar,

esto luego se aplica y se lleva a otro terreno que curiosamente te llega sin darte cuenta y sobre todo casi sin avisar, como por ejemplo a tu propio hijo, donde lo ves nacer, crecer, desarrollar, hablar, llorar, gritar, pedir y jugar, sobre todo jugar mucho, ahí sabes y redescubres lo que tenias antes, lo que tu propio hijo esta pasando y experimentando de nuevo,

la condición y la facilidad de integrarte con él es casi genial y fantástico, sabes bien que es lo que quiere en cada momento, que si su leche, que si jugar, que si encender la luz, que si ver los dibujos en la tv, que si saltar, que si balancearse en la hamaca, que si comer, que si provocar, que si llorar, que si animalitos, que si camiones y aviones; la disciplina ya tendrá tiempo para llegar, la rutina ya se presentará sola y lo afrontará de la mejor manera que quiera y pueda, y los malos momentos ya se sabe que tambien estan sin tener que esperar,

la cosa es (como lo dije ya varias veces antes aquí mismo) simplemente estar en el momento y aprovechar la situación, es difícil combinar tantos las cosas y las tantas cosas al mismo tiempo, pero no hay otra y parece que existe una magia rara oportuna o mejor dicho inoportuna que te ayuda en algo y/o en ello, que si el trabajo, que si los clientes, que si los compañeros, que si la familia, que si las fiestas, que si el colegio, que si nuevos proyectos,

de anécdotas puedo contar fácilmente varias, no es lo mismo cuando estas un día fuera de tu casa a ya cuando estas varios meses, recuerdo fácilmente por ejemplo cuando realice los primeros viajes a Francia donde nos integrabamos con otras familias para entre otras cosas apurar y aprender mejor el idioma frances, en alguna que otra vez obvio añoraba regresar a casa por ver y sufrir situaciones un poco raras y fuera de tono,

pero obviamente conforme pasaba el tiempo y regresaba con otra familia otra vez en Francia esa sensación se fue transformando y ese miedo de no saber hacer o no saber vivir, no saber integrarse con la sociedad fue diferente, recibiendose como otro tema y otro enfoque, habia otro plan y otro objetivo que cumplir por lo que ese tema paso a segundo plano,

en cambio supuestamente ahora mismo que ya tengo mas de seis años 'fuera de casa' mi sensación es bien diferente, pero algunas mañana me siento todavía con miedo, por eso dije y digo esa sensación de niño, de infantil, de no saber a veces donde estar o porque estar,

y es que en el fondo esta muy en serio que a veces no se si realmente soy o no soy aquel niño que todavía tiene su ansia de saber la verdad, su rabia por conocer todo mas y mejor, por tener en mano la primera piedra de la verdad y a partir de aquí entonces comenzar hacer la cosas serenamente, por tranquilizarse que todo es y sera bien, normal y común,

pero lo que tengo claro es que tanto yo mismo como él mismo hay que vivir y disfrutar de la etapa, momento y única experiencia de ser niño de la mejor manera, que la experiencia y recuerdo es tu mejor valor aliado que te puede siempre acompañar,

Francesc