martes, 20 de marzo de 2012

la vida que apenas comienza,

hay mucha diferencia de vida entre mi hijo y yo, pero en el fondo hay algo que me hizo regresar, recordar y convencer,

no me canso de sorprender como a su edad vive tan y tan profundamente sus sueños, sus personajes ni su mundo, mientra que su hermana Meritxell no llegó nunca ni a la mitad de lo que él hace,

Josep de siempre de pequeño estaba en su mundo, nunca nunca me pude dar cuenta cuando empezaba ni como, solo se que casi parecía que llegaba tarde a medio pronunciar bien sus primeras palabras, era tan pero tan consistente en querer siempre hablar su propio idioma que me asustaba su menor esfuerzo por hablar el nuestro, era todo tan evidente lo que quería decir como lo que quería interpretar que no te dejaba dudas que su ilusión era a todo aquello que escuchaba y siempre tenía a mano o en la mano,

claro que existe la trampa de no hablar y señalar directamente con el dedo lo que si quería y lo que no, pero todavía así sus manos estaban ocupadas haciendo no se que gestos, no se que formas y no se que orden para él mismo interpretarse lo que iba a proceder, su actitud como mensaje indirecto hablaba mucho mas que cien otras palabras,

algo me tiene tan sorprendido que lo único que hago es cuidarlo, si claro, lo cuido y mucho, quizás como siempre cometiendo el error de padre en que lo sobrecuida, sobreprotege, y mucho mas, pero no puedo otra, no puedo evitarlo y lo peor es que no quiero perderlo, ¿que es lo que no quiero perder? esa cara, esa sensación, ese abrazo, esa mirada, esa ilusión, esa meta, esa sinceridad, esa sonrisa, esa inocencia, esa picardía,

estos días pasados empezó a hablar con cierta soltura que me sorprendió casi por no conocerle, obviamente sabe muy bien cuales son sus respuestas, no duda nada ni nunca a acudir su condición moral y sobre todo de ánimo, en función de tal cual sabe que corresponde y que establece,

Josep no pide nada, no te hace para nada la vida imposible, sabe como es su entorno y se adapta a él de forma sigilosa, silenciosa y transparente, mira a su entorno, establece unos puntos y ahí se recrea su espacio nuevamente,

de hecho hoy en la madrugada me asustó, se había venido a mi cama para dormir a mis pies, en una posición triangular que casi me dio coraje por saber que no me iba a tocar ni molestar, son muchas las veces que he tenido que decir : "¡Josep, estas aquí!", a mi espalda, jugando con su nintendo o psp, cuando llego a casa siempre siempre es el primero en salir corriendo a recibirme, chocar los cinco y regresar, son incontables las veces que viene para darme un fuerte abrazo en mi brazo, esté donde esté, mirar y regresar,

pocas palabras, nada de explicaciones, muchas sensaciones pero siempre sin palabras para describirlas, es felicidad, es paz. Josep.

Francesc